Eyaculación Femenina
*Traducción: Carolina Tafur La eyaculación es una experiencia corporal intensa que siempre ha estado asociada al pene y a la sexualidad masculina. Pero la eyaculación proveniente de la vulva o la vagina también puede darse—antes, durante, después o, incluso, sin un orgasmo. Ahora que hay un mayor entendimiento sobre la sexualidad de las mujeres y las mujeres asignadas al nacer—que no…
*Traducción: Carolina Tafur
La eyaculación es una experiencia corporal intensa que siempre ha estado asociada al pene y a la sexualidad masculina. Pero la eyaculación proveniente de la vulva o la vagina también puede darse—antes, durante, después o, incluso, sin un orgasmo. Ahora que hay un mayor entendimiento sobre la sexualidad de las mujeres y las mujeres asignadas al nacer—que no somos objetos sexuales pasivos—hay una mayor apertura y conciencia sobre nuestra biología sexual, deseos y apetitos. Y la eyaculación es solo una parte de eso.
Durante la relación sexual, algunas personas con vulvas experimentan una emisión involuntaria de fluido. Esta se conoce como “squirting” or “eyaculación femenina” (a pesar de que no todas las personas con una vulva se identifican como mujeres y no todas las personas que se identifican como mujeres tienen una vulva).
El año pasado estudiamos la ciencia que hay detrás de la eyaculación femenina. Erica reflexionó sobre su experiencia de sentirse presionada por algunas de sus parejas.
Entiendo que algunas personas sientan que la eyaculación femenina es un truco de magia que la gente espera que haga, pero, ¿qué hay de aquellas personas para quienes es algo empoderador? Al mismo tiempo, me he preguntado ¿qué significa hablar sobre la “eyaculación femenina” con personas que no se identifican dentro de un género binario?
Al parecer, hemos estado eyaculando por un largo tiempo. En 2010, la uróloga Joanna Korda y sus colegas examinaron las traducciones de textos literarios antiguos y encontraron múltiples referencias a la eyaculación de fluidos sexuales (1).
El Kamasutra (escrito entre 200-400 d. C.) habla del “semen femenino” que “cae constantemente”, mientras que un texto taoísta del s. IV, “Las instrucciones secretas de la habitación de jade”, hace la distinción entre una “vagina resbaladiza” y “los genitales transmiten fluido”. Korda y sus colegas razonaron que lo último puede ser claramente interpretado como eyaculación femenina.
Aunque no todo el mundo consideraría la pornografía como literatura, hoy en día es una fuente común para aprender sobre sexualidad. Contacté al popular sitio Pornhub, y me dijeron que la popularidad de los videos sobre eyaculación femenina, o “squirting” (enlace apropiado para el trabajo) en su sitio, incrementó drásticamente entre 2013 y 2015, y se ha mantenido en su Top 20 de categorías para videos. Pornhub nos proporcionó datos fascinantes sobre la eyaculación femenina en el porno.
A nivel mundial, las personas que más buscan videos de eyaculación femenina, por un amplio margen, están en Colombia; así como las personas en Sudáfrica, Venezuela, Vietnam y Eslovaquia.
En EE.UU., las personas que más buscan videos de eyaculación femenina están en Wyoming, Montana, Utah y Nebraska, mientras que en California, Nueva Jersey, Maryland y Nueva York, están las que menos interés tienen en estos videos.
“El porno convencional representa una version muy particular del fenómeno de eyaculación femenina (así como también representa una versión muy particular de cómo se ve una vulva). Muchas de las personas asignadas como mujeres que eyaculan, experimentan algo que se parece más a un goteo o a un hilo, que al chorro dramático que con frecuencia se muestra. De hecho, la eyaculación puede incluso pasar desapercibida. Así como no es “mejor” eyacular o no eyacular, no hay maneras correctas o incorrectas de hacerlo.” — Kitty May
No obstante su popularidad, la eyaculación femenina aún no es “aceptada” por todo el mundo. En 2014 la eyaculación femenina fue prohibida en la pornografía producida en el Reino Unido. Esta prohibición fue recibida con múltiples protestas, pues implica que la eyaculación de una vulva es algo anormal, mientras que la eyaculación de un pene es completamente normal.
Aparentemente, los órganos de censura no podían distinguir fácilmente entre la eyaculación femenina y la micción, la cual se considera como un acto pornográfico “obsceno”.
No existe un consenso entre los científicos sobre la composición del fluido eyaculatorio femenino. Aunque aún no se sabe con certeza, se ha probado que el fluido de la eyaculación femenina contiene orina y una combinación de otros fluidos (2, 3, 4, 5).
En 2009, la asistente de parto e investigadora del sexo, la Dra. Amy L. Gilliland, observó que los estudios sobre eyaculación femenina no tienen en cuenta las experiencias de las personas que eyaculan, por lo que entrevistó a 13 mujeres sobre sus experiencias (6). La mayoría reportaron cantidades “abundantes” de líquido al momento de alcanzar el orgasmo, suficiente para “empapar la cama”, “rociar la pared” o hacer que sus parejas gritaran en horror y confusión. Gilliard notó que las mujeres que inicialmente se sentían avergonzadas de su eyaculación, tenían una visión más positiva al respecto más adelante en sus vidas — después de aprender más acerca de este fenómeno, oír las experiencias de otras personas o recibir comentarios positivos de sus parejas sexuales.
Comparativamente hay más material documentado sobre las experiencias de eyaculación de mujeres heterosexuales y cisgénero, por lo que contacté a las personas queer y transgénero de mi red social para que me contaran sus historias:
“Una de las primeras veces que eyaculé fue con una pareja con la que llevaba mucho tiempo. Tenía un poco más de veinte años y me sentí muy avergonzada porque creí que era orina. Mi pareja y yo lo olimos y tratamos de probarlo, y llegamos a la conclusión de que no era orina, pero si lo era, no importaba. En esa época no me pasaba con tanta frecuencia y todavía no me sentía tan cómoda, ni entendía mucho al respecto, como sí lo hago ahora. Ahora pasa con frecuencia y siento que estoy mucho más en control de mi eyaculación. Hoy en día puedo eyacular mucho más lejos, así como más cantidad de líquido. Con el tiempo mi opinión, definitivamente, ha cambiado: siempre y cuando la superficie sea adecuada para eyacular, disfruto mucho hacerlo y lo encuentro muy placentero. Con frecuencia eyaculo al mismo tiempo que me corro. Es parte del orgasmo para mí.” — Princess (mujer cisgénero, queer)
“La primera vez que eyaculé, fue como una fuente y me sorprendió mucho. A la persona con quien estaba teniendo relaciones no le importó; actuó como si fuera algo completamente normal y continuó. Todo quedó empapado, ¡fue buenísimo! Hoy en día eyaculo sobre todo al principio de mi ciclo: durante las primeras dos semanas después de que se me pasa el periodo. Realmente me siento bien respecto a la eyaculación. Me agrada como hace que la gente se sienta feliz o sorprendida. Para mí es como un contrapeso a la eyaculación masculina. Como alguien que se identifica como una persona no binaria, es muy interesante jugar con esta idea. Cada vez que tengo relaciones sexuales, me identifico con un género diferente o como alguien con todos los géneros posibles. Cuando eyaculo, me siento muy bien con mi cuerpo y con mi identidad de género. No necesito un pene para eyacular; es como poder tenerlo todo. También se siente como una victoria, al dejar que mi cuerpo se deje ir. Tal vez es orina o tal vez no. No me importa. Es muy gratificante dejar que mi cuerpo haga lo que quiere hacer.
No llego al orgasmo antes de eyacular y, en mi caso, la eyaculación requiere de una penetración física, casi violenta, y cuando eyaculo es como si me vaciara de alguna manera. Entonces, a veces, puedo llegar al orgasmo después de eyacular, pero usualmente después de hacerlo, debo detenerme. La eyaculación ya es algo de base intenso para mí. Algunas veces eyaculo al mismo tiempo que tengo un orgasmo y puede que mi pareja se de cuenta y me diga, o puede ser tan fuerte que hasta yo me doy cuenta.” — Anónimo (persona no binaria, queer)
“La primera vez que eyaculé, tenía como 18 o 19 años. Me estaba masturbando en la ducha, con la presión del chorro del cabezal, cuando me corrí muy fuerte y eyaculé. Se sintió increíble, como una liberación y relajación extremas que jamás había experimentado: un placer intenso. Ahora eyaculo cada vez que aplico la cantidad correcta de presión sobre mi punto G o cuando me masturbo con el cabezal de la ducha. La mayoría de las veces que tengo un orgasmo, eyaculo al mismo tiempo, pero a veces eyaculo un poco antes o un poco después de correrme. Me encanta y lo he seguido haciendo desde la primera vez. Cuando eyaculo me siento muy sexy y poderosa. Mis parejas también parecen disfrutarlo o, al menos, no he tenido quejas hasta ahora.” — Layana (mujer cisgénero, queer)
“Durante años tuve la sensación de que algo necesitaba salir, pero nunca pasó. Tenía tanto miedo de orinarme que siempre me detenía. Hasta que una vez, mi pareja y yo cogimos por un largo rato y decidí que no tenía más miedo de mear. Me relajé y eyaculé. Fue muy agradable, un poquito caótico pero muy íntimo. Mi pareja también se emocionó bastante. Creo que ver a alguien dejarse ir es algo muy sexy. Cuando estaba joven no me gustaba sentirme muy mojado o sudoroso, pero ahora esas cosas son parte del sexo para mí y, de hecho, me hacen sentir más caliente. Ahora eyaculo con más frecuencia. No puedo controlarlo pero reconozco el momento en que va a pasar y se siente asombroso. Pasa antes del orgasmo, y si sigo cogiendo por un rato, me corro después. Las técnicas de respiración me han ayudado a relajarme, para eyacular, controlar mis orgasmos y hacerlos más potentes. Solía pensar que la eyaculación femenina era la forma de saber cuando alguien se corría, pero ahora sé que la eyaculación no significa que hubo un orgasmo. Para cualquier persona que se sienta avergonzada por eyacular, es importante recordar que es súper sexy y que, incluso si es orina, está bien — la orina al fin y al cabo es agua.” — Sammi (hombre transgénero, queer)
En cierto modo, la eyaculación es como el orgasmo: a veces pasa, a veces no. Aún no tenemos una respuesta definitiva a la pregunta de por qué algunas personas con vulva eyaculan y otras no. Puede deberse a que algunas personas no están lo suficientemente excitadas o no están recibiendo el tipo de estímulo sexual adecuado para provocar la eyaculación, bien sea porque no sienten comodidad haciéndolo, o porque se están conteniendo por temor a orinarse. También puede ser que haya más personas que eyaculan de las que creen hacerlo, solo que eyaculan en menores cantidades, que pasan desapercibidas.
“Algunas personas eyaculan y otras no. Puede que todas las personas que tienen una vulva tengan la capacidad de eyacular, pero no hay manera de saber y, lo que es más importante, no es algo que le interesa a todo el mundo”, afirma Kitty May. “No hay nada malo o vergonzoso acerca de la eyaculación — ¡pero tampoco hay nada malo si no se hace!”
Cada cuerpo es diferente en lo que respecta a los orgasmos, la eyaculación o cualquier otra cosa. En vez de concentrarte en el destino, ¿por qué no pones una toalla y disfrutas el viaje?
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Referencias
- Korda JB, Goldstein SW, Sommer F. Sexual medicine history: the history of female ejaculation. The journal of sexual medicine. 2010 May 1;7(5):1965–75.
- Grafenberg E. The role of the urethra in female orgasm. Int J Sexol. 1950 Feb;3(2):146.
- Addiego F, Belzer Jr EG, Comolli J, Moger∗
Fuente www.helloclue.com